A pesar de la baja generación hidroeléctrica derivada de la sequía que
se registró en el país durante varios meses, las tarifas para el usuario final
no reportan alzas importantes, según CNEE.
Las tarifas
de energía social para los segmentos social y no social vigentes a partir de
este 1 de agosto hasta el 31 de octubre próximo fueron autorizadas con leves
cambios, pero estables a pesar del impacto de la sequía en la generación
hidroeléctrica durante los meses de abril a junio pasados.
Según la
Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), para el segmento de tarifa No
Social queda en Q2.27 el kilovatio/hora (kWh) al mes, para los usuarios de la
Distribuidora de Electricidad de Occidente, S. A. (Deocsa), y en Q2.15 para los
de la Distribuidora de Electricidad de Oriente, S. A. (Deorsa). En ambos casos
la baja es de un centavo por kWh.
En tanto,
la tarifa para los consumidores de Empresa Eléctrica de Guatemala, S. A.
(EEGSA) en ese segmento es de Q1.45, con una baja de medio centavo.
La tarifa
No Social incluye a los consumidores 300 kWh en adelante, con alrededor de 0.2
millones de usuarios y equivalente al 6% de los usuarios del país, según datos
de la entidad.
Por aparte,
la Tarifa Social, que cubre consumos desde 0 hasta 300 kWh al mes, queda en
Q2.14 por kWh al mes para los usuarios de Deocsa, con una baja de un centavo y
medio. Para los clientes de Deorsa, queda en Q2.06, con disminución de un
centavo. Y en el caso de los usuarios de EEGSA, es de Q1.37.
El segmento
de tarifa social incluye a 3.4 millones de familias, que significa el 94%, del
total de usuarios, según CNEE.
Este grupo
está subsidiado con un aporte extraordinario del Instituto Nacional de
Electrificación (Inde) y el gobierno central, beneficio que fue ampliado a
partir de los consumos de junio que se empezaron a facturar en julio. Este ya
se aplicaba a los consumos de 0 a 88 kilovatios hora al mes y se incluyó
también para el segundo semestre de 2024 a quienes consumen de 89 a 100 kWh al
mes.
El usuario
no debe olvidar que aparte de las tarifas en mención, en la factura mensual se
incluyen cargos por servicio, la tasa de alumbrado público que es variables en
cada municipio y el 12% de impuesto al valor agregado (IVA).
Problemas
superados
La CNEE
explicó que los costos de generación del período anterior (mayo a julio) se
tomaron en cuenta para calcular las nuevas tarifas, considerando que la baja
generación hidroeléctrica en ese plazo fue sustituida por las plantas de carbón
y combustibles fósiles (petróleo y búnker). Sin embargo, las tarifas reguladas
no fueron afectadas y reportan incluso una baja de un centavo por kWh al mes
según los nuevos precios.
Luis Ortiz,
presidente de la CNEE, expuso que los precios mantienen la estabilidad que se
observa desde el año 2022, y en ocasiones con leves bajas, como en esta
ocasión.
Este
comportamiento se da pese a la tendencia alcista que se registró en el precio
spot del mercado de oportunidad de la energía (compraventa de energía sin
contrato) y las condiciones del clima que se presentaron en el país con varios
meses de sequía, por lo que bajó la generación de las hidroeléctricas en ese
período, expuso.
En
Guatemala las autoridades energéticas como el ministro de Energía y Minas,
implementaron medidas de emergencia para atender la falta de agua para
generación y sustituirla con aportes de otros recursos. En otros países se
llegó a hasta los racionamientos al suministro, según la CNEE.
“Esto se
logró porque desde hace varios años, el país ha trabajado en licitaciones de
energía con contratos de largo plazo, lo que ayuda a evitar la volatilidad o
cambios bruscos”.
Por otro
lado, los costos de compra de electricidad del período de abril a junio del
presente año registraron que la generación térmica a base de combustibles
fósiles como gas natural, carbón y bunker, representaron valores récord de
participación para el abastecimiento de la demanda de energía de abril y mayo,
pero que ese comportamiento cambió en cuando empezó a llover y subió la
generación hidroeléctrica “con un repunte considerable respecto a meses
anteriores”.
Aún así, la
generación térmica con aporte de entre 526 y 887 megavatios (MW) lleva 7 meses
de ser superior a la hidroeléctrica, pero esa última repuntó de nuevo en junio
pasado. (Prensa
Libre – Guatemala)