Bruselas aprueba un plan español de 837 millones para producir baterías de vehículos eléctricos Distribución, Generación

12/05/2023

España

El objetivo
del plan es impulsar la competencia de la Unión Europea en la producción de
industrias ‘limpias’

La Comisión
Europea ha aprobado este jueves un régimen de ayudas español de 837 millones de
euros para apoyar la producción de baterías para vehículos eléctricos y
conectados con el fin de fomentar la transición a una economía de cero
emisiones netas, en consonancia con el Plan Industrial del Pacto Verde, que
busca impulsar la competencia de la Unión Europea en la producción de
industrias ‘limpias’.

En
concreto, podrán beneficiarse de estas subvenciones las empresas que produzcan
baterías, sus componentes esenciales y las materias primas necesarias con un
importe máximo de la ayuda por beneficiario de entre 100 y 300 millones de
euros para las inversiones en el ámbito de las baterías, –dependiendo de si se
realiza en una zona asistida o no–; no superior a 100 millones de euros para
las inversiones en componentes esenciales, y no superior a 25 millones de euros
para las inversiones en materias primas.

Impulso a
las baterías

La Comisión
ha concluido que este régimen español es necesario, adecuado y proporcionado
para acelerar la transición ecológica y facilitar el desarrollo de determinadas
actividades económicas y considera que se ajusta a las condiciones establecidas
en el Marco Temporal de Crisis y Transición, ya que la ayuda incentivará la
producción de equipos pertinentes para la transición hacia una economía con
cero emisiones netas y se concederá a más tardar el 31 de diciembre de 2025.

Así, el
régimen ha sido aprobado en virtud del Marco Temporal de Crisis y Transición
relativo a las ayudas estatales, adoptado por Bruselas el pasado mes de marzo
para apoyar medidas en sectores clave para acelerar la transición ecológica y
reducir la dependencia de combustibles fósiles.

Este nuevo
marco modifica y prorroga en parte el previamente adoptado en marzo de 2022
para permitir a los Estados miembro apoyar la economía en el contexto de la
actual crisis geopolítica, derivada del ataque de Rusia a Ucrania. (El Periódico de la Energía – España)