La nueva
fecha límite será el lunes 10 de julio y las obras preliminarmente factibles se
conocerán el 25 de agosto. Desde el sector privado ven positiva la medida ya
que permite un mejor análisis para manifestar los proyectos requeridos.
La Comisión
Nacional de Energía de Chile modificó los plazos para la recepción de
propuestas de obras de transmisión “urgentes y necesarias” que no fueron
incorporadas en los procesos de planificación del sistema interconectado.
Si bien la
fecha límite inicial para presentar los proyectos estaba prevista para el
viernes 9 de junio del 2023, la CNE determinó extender el plazo apenas más de
un mes, hasta el lunes 10 de julio; mientras que la emisión de las obras
preliminarmente factibles de acogerse será el 25 de agosto y las solicitudes
formales de ejecución se recibirán hasta el 6 de noviembre, en lugar del 7 de
agosto.
Esta medida
forma parte de los compromisos asumidos en la “Agenda Inicial para un Segundo
Tiempo de la Transición Energética” y la misma iniciativa debe ser ejecutadas
conforme al inciso segundo del artículo 102° de la Ley General de Servicios
Eléctricos,
¿A qué se
debe la prórroga y cómo impacta en el sector? Desde la Asociación de
Transmisoras de Chile ven positiva la ampliación ya que daría lugar a un mayor
y mejor análisis de los proyectos de infraestructura eléctrica que se requieren
en el país.
“Varias de
las empresas asociadas a Transmisoras tienen el interés de presentar algunas
obras, pero aún analizan esos proyectos por vía de este sistema, por lo que
desde el gremio ingresamos una solicitud de extensión del plazo”, señaló Javier
Tapia, director ejecutivo del gremio, en diálogo con Energía Estratégica.
“La medida
de la CNE no es un mal signo de que no llegan las obras, sino de que las
empresas transmisoras están estudiando la posibilidad de presentar algunas
propuestas y colaborar un poco con redes que van por fuera del plan y sirvan
para paliar la falta de transmisión que hay en el corto plazo”, insistió.
Cabe
recordar que con estos proyectos urgentes, el gobierno de Chile complementará
la licitación anunciada a principios de año, donde se prevén 55 obras
nacionales y zonales que incluyen desde nuevas líneas de transmisión hasta el
aumento de capacidad y ampliación de infraestructura ya existente, que de
concretarse, se incorporarán más de 7300 MVA.
Y que se
complementará con 48 proyectos de transporte eléctrico que, con una inversión
cercana a los US$1.500 millones, recientemente fueron definidos en el Informe
Técnico Final del Plan de Expansión 2022 de la Comisión Nacional de Energía.
De todos
modos, Javier Tapia puso la mirada en la remuneración de tales propuestas
“urgentes” y “necesarias” para el sistema interconectado, considerando que fija
precios actuales y no con perspectivas a largo plazo, lo que podría ser una
barrera para las compañías interesadas en este tipo de convocatorias. Hecho que
ya se estaría trabajando en el nuevo proyecto de ley de Transición Energética
que comanda el Poder Ejecutivo nacional.
“Además,
otra opción positiva podría ser que cualquiera pueda hacer este tipo de
presentaciones, que el Coordinador Eléctrico Nacional señale que falta cierta
línea en un punto y la presente por esta vía. Que hubiera una necesidad sistémica
y se pueda canalizar fuera del plan de una manera más rápida, sobre todo
pensando en que el plan que quiere hacer el gobierno va a durar dos años y no
uno”, agregó el director ejecutivo de Transmisoras.
“Con ello,
el propio planificador del sistema tendría un incentivo a estructurar bien la
transmisión, porque todo lo que se quede fuera, entrará por esta vía, y
complementarlo con este sistema de obras urgentes”, concluyó. (Energía Estratégica – Argentina)