Empresas adjudicadas en la licitación PEG4 invertirán US$400 millones en la instalación de plantas generadoras Económico – Financiero, Generación, Gestión

26/12/2023

Guatemala

A partir del 2026, el sistema nacional interconectado contará con
energía proveniente de nuevos contratos generación hidroeléctrica, solar,
eólica y con gas, afirman autoridades del sector.

Alrededor
de US$400 millones de inversión representará la instalación de plantas nuevas
de generación adjudicadas en la cuarta licitación de contratos de largo plazo
dentro del Plan de Expansión de Generación (PEG), conocida como PEG4.

Como
resultado de ese evento, se adjudicaron 16 contratos a 15 empresas para proveer
a las distribuidoras de Energuate (Deocsa y Deorsa) y a la Empresa Eléctrica de
Guatemala, S. A. (EEGSA), a partir del 2026 y el 2028 por un plazo de 15 años.
La mayor parte de las inversiones se realizará en plantas nuevas y el
complemento será aportado por cuatro plantas existentes.

Las tres
distribuidoras buscaban proveerse de 235 MW de energía con potencia
garantizada, y 40 MW de energía (de las plantas de generación intermitentes
como la solar y eólica, por ejemplo). Sin embargo, en total se adjudicaron 399
MW, tomando en cuenta que se adjudicaron 96 MW provenientes de plantas
existentes por un plazo de dos años y 28 MW para complementar el suministro,
mientras comienzan a operar los nuevos contratos y plantas.

“Se debe
tomar en cuenta que para los 15 años son 235 MW, pero no todas las centrales
coinciden con el año de inicio de suministro por lo que los primeros años se
complementan con plantas existentes y sumando todo, se llega a ese volumen”,
explicó Dimas Carranza, gerente de regulación de Energuate e integrante de la
junta de licitación.

Las
inversiones

El
presidente de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE), Luis Ortiz, así
como Carmen Urizar, expresidenta de ese ente, coinciden en que la atracción de
inversión de las plantas nuevas rondaría los US$400 millones, tomando en cuenta
la forma de adjudicación y los precios promedio de instalación por tipo de
recurso de generación.

“Entonces,
se instalarán en Guatemala 407 MW de generación nueva, lo que representa para
el país una inversión estimada de alrededor de US$446 millones. Esto se debe a
que unas serán plantas totalmente nuevas y otros suministros vendrán de una
combinación de plantas ya existentes y nuevas; algunas de estas son parte de
proyectos que se instalarán con mayor capacidad a la adjudicada para operar en
el país”, explicó Ortiz.

Según
datos proporcionados por el funcionario, de hidroeléctricas se prevé que se
instalen proyectos nuevos por 46.2 megavatios (MW) para los cuales se estiman
inversiones de US$92.4 millones.

En energía
solar, 243.2 MW con US$214.2 millones, mientras que de generación eólica serían
65 MW, con un estimado de US$97.5 millones; y con gas natural serían 53 MW, por
US$42.4 millones.

Ortiz
refirió que no poseen los costos de cada oferente y los datos mencionados se
originan en una estimación de costos con referencias de mercado, por lo que los
montos podrían variar.

Agregó que
tiene mucha importancia para continuar con la diversificación de la matriz
energética, que en la actualidad está balanceada, y la producción es de 70% con
energías renovables, “pero hay otro 10% de gas natural que se considera energía
limpia”.

La demanda
de electricidad en Guatemala sigue creciendo en promedio más de 3% anual, por
lo que se requerirán nuevas inversiones, mientras se aprovechan las que ya
existen.

Respecto a
las tarifas para el usuario, Ortiz explica los precios a los que se compró en
la PEG4 son significativamente menores que los contratos actuales, por lo que
tienden a ser estables, paro luego irse reduciendo en la medida que se va
incorporando generación a precios menores.

Nueva
matriz energética

Urízar
añadió que en base a la adjudicación que se efectuó, para poder ver qué
inversión se estará atrayendo se debe observar que no todas son plantas nuevas,
pues de las 16 contratadas ya están en operación una hidroeléctrica, dos de
bunker y la de carbón.

Otro
aspecto es que de los 399 MW que se adjudicaron, 255 son de renovables (de
hidroeléctricas, seguida de solares y solo una eólica); y 143 MW son de no
renovables (con búnker y carbón).

Derivado
de esto, para hacer estimación de las nuevas, menciona que serían casi US$400
millones. Entre estas principalmente funcionarán a base de agua, sol y aire. “Y
también está la parte de plantas combinadas de nuevas y ya existentes, con
recursos hidro y solar; una que tiene una parte de biomasa y otra eólica. En
estos casos, para estimar la inversión nueva, se supuso que la mitad de esa
capacidad de generación será nueva”.

Urizar
explico que para calcular la inversión también se tomaron en cuenta los datos
que publica la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA, en
inglés). Entonces, los montos estimados de inversión varían, según las
tecnologías o recurso de generación, por ejemplo, según los datos de IRENA, un
megavatio de hidroeléctrica tendría un costo de US$2.1 millones por MW; el
eólico está en US$1.3 millones y el solar, en US$857 mil por MW.

Otras
estimaciones y condiciones

Víctor
Asturias, director ejecutivo del Consejo de la Industria Eléctrica (CIE),
refirió que dentro de los precios más competitivos a la hora de instalar nuevos
megavatios es la tecnología solar, que está en alrededor de US$800 mil el MW,
coincidiendo con lo mencionado por Urizar. Las demás opciones son más caras.

Sin
embargo, el ejecutivo menciona que al hablar de MW instalados no se explica
realmente la disponibilidad que tiene cada una de las diferentes tecnologías.
En el caso de la solar, es energía alternativa, es decir que va a estar
funcionando cuando haya sol y entonces tienen un porcentaje de utilización
promedio de plantas y la generación es diferente al resto de tecnologías, que
es constante. Las hidroeléctricas tienen otras variables cuando tienen embalse,
por ejemplo.

Respecto a
las expectativas de que se concreten las inversiones, Asturias dijo que la PEG4
envió una excelente señal, ya que solo se buscaba adjudicar 235 MW pero se
recibieron ofertas por 1,500 MW, lo cual refleja que hay un apetito de
inversión porque confían en las reglas y en las leyes que enmarcan al sector
eléctrico guatemalteco, pues todas estas son inversiones a largo plazo.

“Las
adjudicaciones son a 15 años, pero la vida de estos proyectos trasciende ese
plazo, entonces lo que uno lee es que hay confianza en lo que viene y eso es
sumamente importante para el gobierno electo” dijo Asturias, indicando que la
próxima administración  tendrá la gran
responsabilidad de impulsar la PEG5; es decir, la quinta licitación de
electricidad con contratos de largo plazo, y que podría requerir alrededor de
1,300 MW para sustituir los contratos que vencerán en el 2030.

Pero
también se debe invertir en la transmisión de energía para interconectar esas
generadoras, porque de lo contrario, el sistema no se seguirá robusteciendo y
no va a funcionar adecuadamente. “Entonces esperaríamos que las próximas
autoridades del Ministerio de Energía y Minas también promuevan licitaciones de
transmisión de electricidad”, añadió.

Respecto a
las condiciones que se necesitan para atraer esa inversión, el directivo expuso
que es lo más importante es la certeza jurídica, “que es un concepto es
bastante amplio porque incluye la necesidad de reglamentar el Convenio 169 de
la OIT (Organización Internacional del Trabajo), un tema que Guatemala lo tiene
rezagado. Este daría reglas claras para que el inversionista sepa a qué se debe
atener y que no le vayan a estar cambiando las condiciones. Esto, porque el
tema de las consultas comunitarias es fundamental para proyectos que pueden
tener más relación con las comunidades donde el proyecto se desarrolla”. (Prensa
Libre – Guatemala)