Entrado el invierno, la generación de energía hidroeléctrica ha
mantenido los embalses en su nivel óptimo e inyectado más energía. Otros
recursos, como el de biomasa, van de salida.
La
generación de energía hidroeléctrica retomó su impulso en junio, tras
establecerse plenamente la época de invierno.
Según el
informe de la Unidad de Transacciones (UT), en junio, la participación de este
recurso representó el 33.47% después de haber caído a 11.03% en marzo, cuando
se presentó el periodo seco y altas temperaturas en territorio nacional.
La
institución muestra en su página web que los embalses de las cinco presas
hidroeléctricas han recuperado su nivel óptimo, incluso la presa 3 de Febrero
(El Chaparral) que había sido la presa que menos estaba inyectando energía a la
red.
El gerente
general de la UT, Luis González, informó en su momento que una vez entrada la
época lluviosa, los embalses aumentarían y mejoraría la generación
hidroeléctrica.
El
incremento de la generación hídrica permitió, además, que se prescindiera de
otros recursos, como la generación térmica (combustibles fósiles) ya que en
junio solo aportó 5.68% del consumo, cuando en meses anteriores había
representado más del 20% de la generación de energía, lo cual margina el precio
de los demás recursos y por ello eleva el costo.
Otro de los
recursos que no aportó nada en junio fue la biomasa, debido a que su principal
materia prima, el bagazo de la caña, dejó de producirse en abril, tras
finalizar la zafra.
La energía
solar sigue aportando más del 5% y la eólica no sobrepasó el 1%, según el
reporte de la UT.
Demanda a
la baja
En junio
también se ha modificado el indicador de la demanda máxima de potencia, pues
según el reporte oficial, esta disminuyó 7.7% respecto a la presentada en mayo,
cuando subió a una cifra récord de 1,194 Megavatio (MW). En junio, esta demanda
fue de 1,102 MW, lo que indica un menor uso de los aparatos electrónicos.
Igualmente bajó un 1.25%, respecto a junio de 2023.
La
inyección de mayor energía hidroeléctrica también ha incidido en la reducción
del precio del megavatio, pues a junio producir energía costó, en promedio
$122.24.
No
obstante, los datos indican que solo el 52.83% de la energía producida se ha
comercializado a través de contratos de largo plazo, mientras que el resto
(47.17%) se ha comercializado a través del mercado de oportunidades, o mercado
spot, donde las empresas generadoras inyectan energía a partir de la demanda
que se tiene en el momento. Según el experto en energía, Roberto Saravia, este
mercado tiene una mayor volatilidad de precios. (La Prensa
Gráfica – El Salvador)
