Itaipú cumplió 40 años en la generación de energía y de aporte al desarrollo Generación

28/10/2024

Brasil, Paraguay

Generación


El viernes 25 de octubre la hidroeléctrica de Itaipú cum­plió 40 años de haber
iniciado la generación de energía para Para­guay y Brasil. Gracias a su aporte
tecnoló­gico y económico, a lo largo de las últimas cuatro décadas nuestro país
ha recibido la más importante contribución financiera y energética de su
historia.

La
hidroeléctrica binacional está conside­rada como líder mundial en la producción
de energía limpia y renovable. Y desde aquel octubre de 1984 hasta el año
pasado pro­dujo más de 3.000 millones de megawatt hora (MWh). Tiene 20 turbinas
o unidades generadoras y su potencia instalada es de 14.000 megawatios (MW).

En los
últimos años suministra a nuestro país, en promedio, cerca del 86 % del
mer­cado eléctrico nacional y el 9 % del con­sumo del gigante Brasil. El año
2016 pro­dujo 103.098 GWh de energía eléctrica, que se considera récord mundial
en generación anual de electricidad. Entre las principa­les características de
la represa se puede señalar que el volumen máximo de agua del embalse asciende
a 29 billones de metros cúbicos, con una extensión de 170 kilóme­tros, con un
nivel máximo de elevación de 220 metros sobre el nivel del mar. Tiene un único
vertedero, no dos como Yacyretá, con 14 compuertas de 21 metros de altura y 20
metros de ancho. Su longitud es de 483 metros. La altura de la presa es de 196
metros, con un largo total de 7.919 metros.

Hay que
resaltar que las excavaciones en tierra ascienden a 23,6 millones de metros
cúbicos, el volumen de excavaciones en roca es de 32,0 millones de metros
cúbicos, en tanto que en arcilla y otros, 11,8 millones de metros cúbicos.

Teniendo en
cuenta las enormes dimensio­nes de la hidroeléctrica está considerada entre las
más importantes del mundo. Es referencia internacional en cuanto a pro­ducción
de energía, en los índices de utili­dad de agua y de disponibilidad de
máqui­nas.

De acuerdo
con la encuesta realizada por la Asociación Americana de Inge­nieros Civiles
(ASCE), Itaipú está con­siderada una de las siete maravillas del mundo moderno
junto con el puente Gol­den Gate, de San Francisco, EE. UU.; el canal de Panamá
que fusiona el Atlántico con el Pacífico, en Panamá; el Eurotúnel que pasa bajo
el canal de la Mancha, en Europa y une Inglaterra con Francia. Otra gran obra
considerada en la encuesta es el edificio Empire State, de Nueva York, el
Control de las Aguas del Mar del Norte, en Holanda, y la torre de la Canadian
Natio­nal, en Canadá.

Aparte de
proveer energía, la binacional ofrece servicios sociales de acuerdo con su
política encaminada a mejorar la cali­dad de vida de las comunidades. Cumple su
tarea de responsabilidad social con la creación de empleos, respeto de los
dere­chos de los empleados y la gestión trans­parente de los royalties,
buscando que la generación de energía se traduzca en impulso del desarrollo
regional para con­tribuir a una mejor sociedad.

Luego de
concluir este año la vigencia de los acuerdos energéticos y financieros
acordados con Brasil al Tratado de Itaipú, nuestro país comenzará a vender la
elec­tricidad a empresas privadas a precios que se estiman serán de mayor valor
que los que recibía anteriormente como aporte del socio brasileño por la cesión
de energía, a tarifa muy baja. Considerando todo lo aportado hasta ahora por la
hidroeléctrica se puede afirmar, sin exageración, que no hay ninguna empresa ni
entidad que haya realizado una cooperación de tanta tras­cendencia a la vida
del Paraguay. Por eso para nuestro país, Itaipú no es solo la prin­cipal
generadora de energía eléctrica, sino una de sus más importantes fuentes de
ingresos genuinos y esperanza de progreso para los tiempos que vienen.

Los
cuarenta años de la operación de la hidroeléctrica no son un aniversario más
como cualquier onomástico. Es el inicio de una nueva historia del Paraguay en
su tarea de seguir buscando su progreso para incrementar su desarrollo
económico. Para ello debe aprovechar mejor la energía con la instalación de más
industrias que la utilicen e impulsen la actividad econó­mica. Siguiendo el
ejemplo de Itaipú, hay que crear nuevas entidades generadoras de energía
aprovechando los recursos natu­rales existentes. Solo así se podrá hacer frente
al futuro con posibilidades reales de buen crecimiento económico y social. (La Nación – Paraguay)