La tecnología permite vientos mucho más fuertes que los que están
en tierra firme, según un estudio de la UTEC
Investigadores
de UTEC desarrollaron la primera versión del mapa del potencial eólico en aguas
territoriales uruguayas, que esta semana será presentado en la Expo Sostenible.
El
proyecto, fruto de la colaboración entre ANCAP y UTEC, nació en 2021 con la
intención de posicionar a Uruguay como un referente en la producción de
hidrógeno verde a partir de energía eólica marina.
“La idea
surgió de una reunión en Durazno, donde ANCAP presentó el interés de Uruguay en
explorar la producción de hidrógeno verde utilizando energía eólica marina”,
explicó la doctora Franciele Weschenfelder, profesora adjunta del Área de
Energía Eólica de UTEC.
Weschenfelder
detalló que la tecnología de los aerogeneradores offshore es similar a la que
ya se utiliza en el país para la energía onshore, pero con algunas diferencias
significativas debido a las condiciones marinas. “En el offshore, tenemos más
potencial debido a la mayor velocidad del viento y su constancia”, señaló.
El proyecto
ha identificado varias áreas potenciales para la instalación de aerogeneradores
marinos, específicamente frente a La Paloma y Punta del Este, asegurando que no
serán visibles desde la costa: “Estas áreas están más allá de los 30 kilómetros
de la costa, por lo que no serán visibles para los turistas”.
Uno de los
retos más grandes del proyecto es el análisis exhaustivo del suelo marino y la
profundidad, lo cual Weschenfelder describió como crucial para la instalación
segura de las estructuras. “Vamos a considerar la instalación hasta 40 metros
de profundidad con estructuras fijas, y más allá con estructuras flotantes.
Esto implica un desarrollo tecnológico y logístico significativo”, dijo.
Además,
Weschenfelder destacó la importancia de los estudios ambientales y de
compatibilidad con otras actividades marítimas como la pesca y el turismo.
“Estas zonas han sido delimitadas considerando el transporte y el medio
ambiente, evitando conflictos con otras actividades”, indicó.
En cuanto
al impacto económico y al modelo de negocio, la producción de energía eólica
marina no solo promete una fuente significativa de energía renovable, sino que
también es clave para la producción de hidrógeno verde destinado a la
exportación. “Es un nuevo modelo de negocio para Uruguay. La energía eólica
marina sería el primer paso para definir el costo y la viabilidad de la
producción de hidrógeno, un mercado independiente del consumo energético
local”, explicó.
El gobierno
estima que el hidrógeno verde y sus derivados representan una oportunidad de
facturación para Uruguay estimada en 2 mil millones de dólares anuales a 2040.
Finalmente,
Weschenfelder mencionó que actualmente el proyecto cuenta con la participación
de diez estudiantes que están adquiriendo conocimientos valiosos en diversas
áreas como tecnología de aerogeneradores, análisis del suelo y estudios
ambientales. Sin embargo, la continuidad del proyecto depende de una inversión
significativa en horas de supercomputación para simular al menos tres años de
datos de viento: “Necesitamos una inversión para horas de uso de
supercomputadoras. Simular un año nos costó alrededor de 4.000 dólares”. (El
Observador – Uruguay)